Cansancio continuo, dolor constante, incapacidad para desarrollar un trabajo o mantener una vida social “normal”. Con algunos matices diferenciales, así es el día a día de las personas que padecen Fibromialgia, Encefalomielitis Miálgica o Síndrome de Fatiga Crónica.
Otros síntomas son las jaquecas, los problemas cognitivos y de memoria, dolores inexplicables o trastornos digestivos. Pero el más representativo es sin duda el cansancio, que no remite nunca. La situación empeora con el deporte y no mejora con el reposo.