También sabemos que la microbiota intestinal es el factor que inicia los síntomas psicológicos asociados a esta patología y/o contribuye a su persistencia.
De forma general hay una disminución de las bacterias productoras de butirato (Faecalibacterium, Bifidobacterium, Roseburia, etc.) y un aumento de bacterias patógenas facultativas, las metanogénicas por ejemplo, suelen asociarse a los cuadros de estreñimiento.
Los pacientes con IBS suelen tener un aumento de la permeabilidad del epitelio intestinal, lo que favorece y consolida la inflamación, pudiendo alterar la normal respuesta local del sistema inmunitario.
Esta es la patología donde sin duda el correcto diagnóstico clínico y análisis de la disbiosis que presenta el paciente, son fundamentales para la recuperación de la sintomatología. En estos pacientes siempre valoro el impacto del eje intestino-cerebro para incluirlo como parte del tratamiento.