Intolerancias alimentarias

Hablamos de INTOLERANCIAS ALIMENTARIAS haciendo referencia a la imposibilidad para digerir correctamente ciertos componentes de los alimentos, como los azúcares simples: lactosa o fructosa.

La causa puede estar asociada a un déficit de la actividad enzimática, genética o funcional, o ser consecuencia de cuadros de disbiosis e inflamación de la pared intestinal.

Esto puede deberse al déficit de enzimas encargadas de su digestión, como la lactasa o en circunstancias de disbiosis e inflamación, puede deberse a la incapacidad para absorber los azúcares simples, que pasan del intestino delgado al grueso donde se ven sometidas a fermentaciones anómalas.

La intolerancia alimentaria puede asociarse a síntomas como distensión abdominal, gases, estreñimiento, diarrea, náusea, dolor abdominal, cuadros cutáneos, cefaleas, dolores musculares, cansancio, etc.

Hay que distinguir las intolerancias de las alergias. En la alergia, el sistema inmunológico es el que provoca las reacciones frente al alimento.

Las intolerancias puede producirse por diversos mecanismos:

Intolerancia alimentaria enzimática. Se debe a defectos en las enzimas que intervienen en el metabolismo de ciertos alimentos, por ejemplo la intolerancia a la lactosa
Intolerancia alimentaria metabólica. Se debe a una acción del alimento sobre el metabolismo, generalmente por un error innato del metabolismo (por ejemplo fenilcetonuria, galactosemia)
Intolerancia alimentaria farmacológica. Se debe a la acción farmacológica de compuestos químicos presentes en los alimentos (por ejemplo histamina o tiramina)
Intolerancia alimentaria indeterminada. Se debe a la conjugación de diversos mecanismos (por ejemplo la intolerancia a aditivos alimentarios)

¿Cómo puedo ayudarte?

El abordaje terapéutico de la microbiota y de la inflamación intestinal son fundamentales para mejorar los síntomas asociados a las intolerancias alimentarias. Hay que averiguar el origen y diagnóstico de las mismas para incluir en el tratamiento un buen apoyo nutricional.

Te explico mi forma de trabajar

Antes de nuestra primera consulta me enviarás todos los análisis y pruebas médicas recientes, que consideres oportunas, relacionadas con tu problema.

Tendremos una primera consulta que durará unos 60 minutos tras la cual, si lo considero necesario, puedo solicitar un estudio de microbiota más específico para centrar el diagnóstico.

Suelo organizar el tratamiento en fases, al menos dos o tres adaptándome a cada paciente.

Una vez iniciemos el tratamiento, al terminar nuestra cita online, recibirás la suplementación y/o fármacos que tienes que tomar y las recomendaciones nutricionales propuestas para la fase que iniciamos.

Las consultas de revisión las haré yo o alguno de los médicos de mi equipo, estarán siempre bajo mi supervisión, en las sesiones clínicas semanales en las que iremos comentando el seguimiento de todos los pacientes

Una vez te dé el alta definitiva recibirás las pautas de mantenimiento a seguir, para consolidar la mejoría obtenida y si hubiera algún problema podemos vernos de nuevo.